Ibuprofeno para el dolor de espalda

Seguramente, en algún momento de tu vida sentiste un dolor de espalda. No te preocupes ya que el 80% de la población lo sufrirá, sobre todo las mujeres, y aquellas personas que van entrando en la tercera edad. Igualmente, el dolor de espalda aparece en todas las edades, sobre todo entre los 45 y 59 años.

Este tipo de dolor repercute en la calidad de vida de quienes lo padecen, debido a que más de la mitad de las personas con dolor intenso redujeron o limitaron sus actividades cotidianas. Además, el dolor de espalda puede acarrear otros problemas como dificultades en el sueño, ansiedad y depresión.

El principal factor de este tipo de dolor se debe a problemas osteoarticulares (41 %) y causas profesionales (19%). En general, el dolor de espalda suele ser una afección benigna y se define como el dolor que se siente en la parte posterior del tronco. La zona lumbar es la más afectada (70% de los casos).

Los especialistas suelen clasificar al dolor en:

Agudo: dura menos de 6 semanas.

Subagudo:  se extiende entre 6 semanas y 3 meses.

Crónico: se prolonga durante más de 3 meses. Si ocurren más de tres eventos de dolor en un año, el dolor se considera crónico.

Recurrente: si se producen episodios agudos consecutivos separados por periodos libres de síntomas de 3 meses de duración.

Hay diferentes dolores de espalda según la zona, lo que cambia sus características. No es lo mismo el dolor en la parte alta que en la baja. El dolor cervical es el que se localiza en la columna cervical y puede extenderse a hombros, brazos y espalda. Se estima que un 30-40% de la población padecerá este tipo de dolor. La tortícolis es una de las causas más comunes que genera cervicalgia. Puede provocar dolores de cabeza. El dolor dorsal generalmente es producto de una mala posición o de sobreexigencia. Puede aparecer como un dolor moderado que se exacerba con el movimiento. Por otra parte, el dolor lumbar es la localización más común del dolor de espalda. La contractura muscular es la causa principal y suele estar relacionada con el trabajo, estrés, actividades deportivas o a un sobreesfuerzo. Si el dolor alcanza a las piernas, entonces puede haber alguna compresión en algún nervio de la columna vertebral, comúnmente llamado dolor ciático.

El ibuprofeno pertenece al grupo de los antiinflamatorios no esteroideos. El tratamiento será más o menos intenso según el dolor que presente el paciente y más o menos largo según el tiempo que persista el dolor. Este fármaco no está recomendado en personas con úlcera gastroduodenal y la posología recomendada es de 400 mg cada 8 horas

Las nuevas costumbres laborales y los hábitos sedentarios poco saludables atentan contra la salud de nuestra espalda. Es por ello por lo que hay que tomar precauciones para no sobrecargarla de estrés y no abusar de las malas posturas. En este sentido, existen acciones preventivas que pueden ayudar a evitar o disminuir el dolor de espalda:

• Decile no al reposo: el ejercicio liviano ayuda a la recuperación.
• Bajá el estrés. Utilizá técnicas de relajación, respiración consciente y meditación.
• Dormí bien. Un buen descanso contribuye a bajar el estrés.
• Consumí legumbres, cereales y productos de origen animal. Para suministrar al organismo vitaminas del grupo B, han demostrado ser efectivas en la reducción del dolor de espalda de cualquier tipo.
• Controlá tu peso. Tus vértebras y articulaciones te lo agradecerán.
• Buena postura en el trabajo. Si trabajás sentado, es recomendable seleccionar una silla confortable que asegure el correcto apoyo de la espalda y una mesa con una altura adecuada, para evitar trabajar con la espalda encorvada.